lunes, 31 de octubre de 2011

Yo no creo en aquellos que creen.

Dicen que este cuerpo, es la cárcel de mi alma.

Dicen que es mi carne la que me aleja de Dios

Y dicen también, que castigos eternos me esperan si desafío sus reglas.

Pero yo he visto a todos los dioses cuando te tengo en mi cuerpo.

Y lucifer me libre de renunciar a semejante comunión divina.

El verdadero infierno, es no gozarte.

No hay culpas que cargar, yo no creo en lo que dicen,

aquellos no conocen ni a su Dios,

en cambio yo,

atiborrada de pecados, sacrilegio y herejías,

me se, mas que nadie, inocente.

1 comentario:

David Navarro dijo...

Bonito el texto... Cada quién sus vías. A veces, los pecados iluminan... ya sabes, si manejas correctamente la energía.