Dicen que este cuerpo, es la cárcel de mi alma.
Dicen que es mi carne la que me aleja de Dios
Y dicen también, que castigos eternos me esperan si desafío sus reglas.
Pero yo he visto a todos los dioses cuando te tengo en mi cuerpo.
Y lucifer me libre de renunciar a semejante comunión divina.
El verdadero infierno, es no gozarte.
No hay culpas que cargar, yo no creo en lo que dicen,
aquellos no conocen ni a su Dios,
en cambio yo,
atiborrada de pecados, sacrilegio y herejías,
me se, mas que nadie, inocente.
1 comentario:
Bonito el texto... Cada quién sus vías. A veces, los pecados iluminan... ya sabes, si manejas correctamente la energía.
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